miércoles, 2 de febrero de 2011

..."con las alas plegadas, también yo he de volver"..


Hubo una vez que una mujer que se llamaba Lina conoció a un señor que se llamaba Osvaldo, ella era una mina linda y él, tenía clase. El era grande más de 40, ella era grande, pero menor que él. Cada uno tenía un pasado, el cargaba con un divorcio y dos hijos y ella con un divorcio y una mochila de familia muy pesada.

Los presentaron, se gustaron, salieron, se enamoraron, se “casaron a la mexicana” y empezaron una vida juntos. Salían, tenían amigos, la luchaban y un día él le propuso tener un hijo, y ella pensando en todo lo que pasó y en todas las responsabilidades que tenía, lo quiso pensar. Él la convenció que ella tenía que pasar por la experiencia de ser madre y entonces ella aceptó. Así, después de 9 meses de mucho cuidado y reposo y sueños y con altibajos, un día, ella sintió que había roto bolsa y corrieron en el auto de otro a buscar la clínica que tenían reservada. No había cama, fueron a otra, a ella no le gustó y se negó a internarse a menos que le buscaran un lugar cómodo. Lo consiguió. El trabajo de parto no fue fácil, y además nacían todos varones, ella no quería varones, le hizo ir a él a prometerle a la virgen, de la iglesia que estaba cerca que si era nena, le pondría su nombre. Él bastante religioso, cumplió el pedido, justo eran los días previos a las festividades de esta virgen. El mismo día del nacimiento de esa nena, fue el día de virgen y llevó como segundo nombre, su nombre, él quiso decidir, al azar el primero. Se escuchaban las campanadas de la iglesia. Luego la historia siguió, y un año después el día del cumpleaños de esa nena, la bautizaron en esa iglesia (no tenían casamiento católico, pero el cura se hizo amigo de él). Pasó el tiempo, él tenía muchos altibajos emocionales, muchas frustraciones, idas y vueltas, además de su amor por la música (el tango, el jazz y la música clásica sobre todo) y la lectura, ella trabajaba y lucha incansablemente y tenía un tezón a prueba de balas. Esa nenita fue creciendo, el enfermó y estuvo mal por muchos años y luego de un tiempo murió, cuando esa niña ya adolescente, tenía 17 años. La familia ya estaba achicada, no había abuelos, tíos muy lejanos, pero esa mamá y esa chica siguieron adelante, la vida las llevó por muchos caminos y no les ahorró problemas, pero tampoco alegrías. Esa adolescente se convirtió en mujer y ayudó a su madre a pelear la vida que les había tocado y luchar para alcanzar los sueños que tenían, algunos se hicieron realidad. Esa mujer (la niña) recorrió muchos caminos, estudió, trabajó, cuidó a su madre hasta que un día, la perdió, quedándose huérfana y con el corazón partido, pero siguiendo adelante. Vivió un poco afuera, siguió creciendo, buscando nuevos horizontes, remando a veces en aguas tranquilas, a veces en aguas vertiginosas, cambió de barrio, de ciudad.

Un día, en sus delirios artísticos, conoce un grupo de gente, hacen música juntos, y le proponen hacer música en una misa, el mísmo día que ella había nacido, en el mismo lugar donde ella había sido bautizada, en la parroquia del mismo nombre de la virgen "Guadalupe" a la que su madre le había hecho la promesa, nombre que ella llevaba. Y entonces ese 12 de diciembre de 2010 ella fue al lugar que por última vez había visitado en brazos de su papá y al que no había vuelto nunca más. La circularidad de la vida, que le dicen. La emoción fue muy grande, la sensación fue muy fuerte, ya casi no quedan testigos de esa historia, pero les garanto que es real, esa nena fui yo.

lunes, 10 de enero de 2011

A María Elena



Últimamente este blog se reactiva con las muertes y las sensaciones que ellas me causan, las repercusiones en mi vida. Bueno espero que no siga haciéndolo, no quiero convertirme en una extensión de los avisos fúnebres, ni en una sección de epitafios, pero iremos viendo.
La cuestión es que más alla de lo escrito en twitter y de las opiniones a favor y en contra, de aquellos que reclaman sobriedad y singularidad en las expresiones, se nos murió María Elena Walsh. Permitan la cursilería, los lugares comunes, las repeticiones, dejen que expresemos el dolor.
Ella para mi significa Ramos Mejía, mi jardín de infantes, las obritas que hacíamos, empezar a cantar, la música, la poesía, empezar a conocer la protesta, la ideología (aunque no comparta la suya) y la dulzura. Fue una escritora importante, una mina comprometida con el tiempo que le tocó vivir y con un mensaje claro para los niños: es posible soñar!
Cuando sacó su libro "Amores de antaño" mi mamá, que fue compañera de escuela, compartía y revivía recuerdos de una infancia y una adolescencia en ese barrio de quintas y a mi me daba tanto placer escuchar esas historias.
No voy a decir nada original, simplemente siento que sus canciones son eternas, no nos pertenecn solamente a los que las vimos salir a la luz, les pertenecen a todos los que fueron y los que son chicos y no solo aquí sino a todos los que puedan entender lo que ellas dicen.
Será que te fuiste a ver esa luna que baja en camisón a bañarse en un charquito con jabón?
Igual no nos dejaste solos, osías el osito, nos va a hacer compañía...
Muchas gracias!

jueves, 28 de octubre de 2010

requiem y reflexión


No se si este es el mejor lugar para escribir esto, ni tampoco se si está bien ponerme sentimental. Tampoco puedo decir que me sienta triste por una pérdida personal porque no es así, yo ni siquiera soy K, sino que simplemente me siento muy cómoda cerca del peronismo, por convicción,por herencia, por tradición. Lo cierto es que la muerte de Néstor hoy me movilizó muchísimo a partir del impacto y de la consternación de algo que parece inexplicable y que cambia un rumbo de la historia que parecía previsible.
Yo no quiero discutir, no quiero explicarles a quienes no quieren entender, no quiero indignarme con nadie en estos momentos, ni tampoco quiero escuchar opiniones de quienes desde la superficialidad opinan de un hecho como éste, como quien opina del precio del lomo. Yo prefiero quedarme con los testimonios de quienes sintieron en este período reivindicada parte de su historia personal desde el arte, desde la oposición, desde el trabajo sencillo y llano , con los sentimientos comunes de quienes fueron a la plaza a decir:acá estamos. El compartir con esa gente esta noche, esa plaza y los cantos y la mística y la paz, esa comunión fue muy fuerte. Todos teníamos la misma cara, la misma sensación, el mismo sentimiento.
Quizás a muchos nos cayó la ficha o caímos en la cuenta de muchas cosas que cambiaron, cosas que ahora estamos viviendo y que tienen que ver con este movimiento que empezó Néstor.
Muchos empezamos a tener fe en la política, inclusive desde el desacuerdo, en esta etapa y empezamos a meternos para compartir esta lucha aunque no fuera exactamente en el mismo bando.
Me siento rara, me siento como si me hubieran movido el piso y además, me asustan ciertos escenarios posibles, pero por otro lado me alegra haber vivido esta época, haberme metido en estas cosas y tener la loca idea que es posible cambiar algo.
Creo que en estos días, vale la pena romper una lanza, reconocer y aceptar, meterse y entender, apoyar y empujar por el bien de todos, ninguno de nosotros esta afuera de esta historia.
Porque la pasión y dejar la vida por lo que uno cree todavía siguen vigentes, valga esta reflexión y algún cierto requiem que me permito escribir.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Seremos Emos los milongueros?


Este artículo fue escrito luego de terminar el último festival de tango y es el debut de mi amiga, "Cruelenelcartel" a este ámbito y seguirán mas intervenciones...


Hoy es el 1 de Septiembre, terminó ayer el festival mundial de tango, edición 2009.
Y fue mágico. Fueron mágicos, los cantos, los violines, los bandoneones. Mágico entrar en Harrod’s para bailar. Mágico ver a Salinas y a la Rinaldi totalmente gratis. Mágico asistir al despliegue de sonidos nuevos de Narcotango y de Otros Aires, y saber que el tango estará vivo mientras alguien (lo) respire. Mágico milonguear debajo de esas arañas inmensas rasgando los pisos con los tacos, mientras El Sexteto Milonguero o Los Reyes del Tango, llenaban de música: a) la pista en ese momento, b) mi cabeza durante días y días.
La gente llegaba y al entrar, dejaba de tener edad, debajo del mejor traje que habían puesto para la ocasión, dejaban de ser pobres o hasta de ser jubilados. Dejaba de haber nacionalidades, idiomas, y entre algunas parejas, dejaba de haber espacios entre ellos. Se acababan los espacios también en la pista, se acababan... las tristezas... Y éramos felices solo por estar allí.
Ahora... no era un festival de samba... no era un carnaval de Río, ni siquiera una modesta comparsa. No era el año nuevo chino, ni un casamiento Hindú. No era la matanza del chancho en Portugal. (farra y borrachera). Era Tango, era su poesía triste, su melancolía bella, su armonía casi fúnebre, eran abrazos de pasión que duele... Era esa música confesional y suicida, trágica y mordaz, nocturna. Sin embargo la alegría estallaba como aplausos. A que se debería este contraste? Como puede ser que se baile de forma tan exótica, tan erótica, una música tan profunda, casi sacra... No seria lógico que estuviéramos todos llorando por los rincones de Harrod’s, como una inmensa tribú de Emos, sensibles y sollozantes? No seria lo más plausible, asociarnos a una horda de zombies caminando en círculos al compaso de latigazos rítmicos?
Bueno lógicas serian muchas cosas... seria lógico por ejemplo que hiciera frío ya que estamos en pleno invierno. (lógico). Seria entendible que la gente se asqueara de agarrarse con extraños que nunca vio, o que resistiera a bailar con un desconocido que habla un idioma incomprensible. Pero nada de eso pasa en las milongas...
Pasa que de cada punta del mundo nos extendemos los brazos, nos apretamos, mezclamos sudores, unimos identidades en romances rápidos que se suceden, somos felices al sonido de una marcha triste y antigua, y al terminar, lo único que tenemos de Emos suicidas, es la melenita... un mechón sudado, como lamido, pegado a la cara, en el lado derecho las mujeres, al costado izquierdo los varones. Contrastando con el resto del pelo armado y peinado, está ese mechón que nos delata como culpables de haber bailado la última tanda. Los milongueros solo somos Emos de melenita. Y somos felices así.

Cruelenelcartel

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Volvió una noche....


Y después de mucho, pero mucho tiempo, vuelvo al ruedo, a ver si puedo mantener un poco al día y desmalezar este blog que algún día fue un buen terreno y ahora parece un terreno baldío. Es que como dice el tango: el tiempo que pasa ya no vuelve más, y así mi cariño al tuyo enlazado, es como un fantasma del viejo pasado, que ya no se puede resucitar.
Así, el tiempo que pasó, pasó y no vale la pena relatar en que transcurrió, pero si decir, queo no fue en vano, hubo experiencias, descubrimientos que me hicieron volver y no con la frente marchita. El caso es que no volví sola, volví con una amiga "cruelenelcartel", se hace llamar ella, que comparte este delirio por el tango, para que me ayude a mantener la "llama viva". La idea es que este lugar sea un foro de tango en donde escriba yo o quien quiera escribir para reflexionar sobre el tango y su mundo, a ver si podemos sacar algo en claro.
Tenía muchas ganas de reflotar esas cosas, porque me lo pedían mis amigos, porque era una asignatura pendiente y porque el tango sigue estando presente en mi vida.
Pensando en la gente que me acompañó en el blog, en los retornos fallidos, en la búsqueda de temas me viene a la mente la letra del tango "toda mi vida" que dice: Hoy, después de tanto tiempo, de no verte, de no hablarte, ya cansado de buscarte, siempre, siempre. Siento que me voy muriendo, por tu olvido, lentamente y en el frío de mi frente, tus besos no dejarás.
Entonces, para erradicar el olvido, para compartir con todos los que tengan ganas de dejar sus trazos por acá, aquí estamos para vernos mas seguido. Chan chan!!

viernes, 11 de enero de 2008

Silencio, la ambición descansa


Van a hacer dos meses que no posteo nada y esto se debe en parte a mi pereza y en parte a mi falta de tiempo energía para encargarme de todo, blog incluído. Pero es el descanso del guerrero, espero que las musas vuelvan por mi barrio y el tiempo me de un poco de chance para escribir lo que tengo que decir... Volveré y seré sillones (como decía luis xv) o volveré con la frente marchita...

lunes, 19 de noviembre de 2007

De vuelta en pos de un homenaje pendiente

Después de un tiempo de ausencia, debido a las obligaciones del laburo vuelvo traída por "un perfume de yuyos y de alfalfa que me llena de nuevo el corazón". Respondiendo al pedido del amable público, hacemos un tardío homenaje a quien fue uno de los poetas más grandes del tango en virtud de haberse cumplido 100 años de su nacimiento. Estamos hablando de Homero Nicolás Manzione Prestera, más conocido como Homero Manzi, seudónimo que adoptó poco después de empezar su carrera. Poeta, militante político (primero del radicalismo y luego con aparente simpatía peronista) este santiagueño pobló el universo del tango de obras que dejaban el lado moralista de muchos composiciones para centrarse en una poesía más orientada a la melancolía, la ausencia, el tiempo pasado y el paso del tiempo. A pesar de no ser porteño de cuna, algunos de sus tangos reproducen de manera inigualable el clima, la luz, el ambiente , la filosofía y la música de Buenos Aires sobre todo de la zona sur, así se ve en uno de los versos de el último organito cuando dice: "Con pasos apagados, elegirá la esquina/donde se mezclen luces de luna y almacén/ para que bailen valses detrás de la hornacina/la pálida marquesa y el pálido marqués"
Un artista que no se abstraía de los sucesos de sus tiempos, militó en la universidad, más precisamente en la Facultad de Derecho donde estudiaba, abordó el cine, abogó por los derechos de los compositores y hasta dicen que fue celestina de Evita y el general Perón.
Tuvo una corta pero intensa vida que dejó un paso indeleble en la cultura ciudadana así podríamos decirle a Homero, parafraseando sus versos:
"Tu canto es el amor que no se dio,
y el cielo que soñamos una vez,
y el fraternal amigo que se hundió
cinchando en la tormenta de un querer,
y esas ganas tremendas de llorar
que a veces nos inunda sin razón,
y el trago de licor que obliga a recordar
que el alma está en orsai"..