Los efectos del tango van a mas allá del puro placer de bailar, uno se relaja, se concentra en lo que hace y deja de lado sus problemas, se conecta con quien baila, se mete en la música y muchas veces, cuando se adquiere más confianza, se puede cerrar los ojos y dejarse llevar. Muchas veces quien no puede caminar, puede bailar y todos los dolores que nos mortifican fuera de la milonga se olvidan...Puede que luego de la milonga, como le pasa a cenicienta, el encanto se termine y las penas y los dolores vuelvan... Pero quien te quita lo bailado
Volví a la identidad original desde que me inicié en los blogs. Antes era "estercita la milonguita" pero hay que volver al punto de Partida, el viejo y querido partido de la Matanza. Igual como decía antes,no soy un alma perdida como esas que dicen los tangos y llaman milonguitas... o a lo mejor si. Trato de explorar las milongas a fin de recuperar una mística perdida