Si, y existe una razón para eso. El tango que nosotros bailamos es un tango apilado, con el peso del cuerpo echado hacia adelante, con flexibilidad para el pivot y para hacer figuras. Estética y dinámicamente ideal. El tema es que como te quedan los pies, entre los calambres que te da el estar en punta y el dolor de pies, dios me libre y me guarde. Todos los que bailamos tango tenemos un dolor y un estado de nuestras extremidades inferiores que es un horror... Pero eso no nos quita las ganas de bailar... Y además cuando uno baila se olvida, y quien te ve quejándose antes del baile, después de bailar te pregunta: Y el dolor?... Qué dolor?.. Ah si.. casi se te olvida
